Constituye la primera de las fundaciones que el Comendador Martín Rol realizara en esta villa en 1.501. Constaba en su fisonomía originaria de una estancia denominada «cotarro» o sitio de estar. Este nombre, unido siempre a la idea de hacinamiento, nos acerca más a la posibilidad de un primitivo refugio de transeúntes y enfermos.
La ermita anexa al Hospital se reedificó mucho después, en 1.655. Consta de tres cuerpos en cruz. Al lado de la Epístola se encuentra la Sacristía. El altar mayor contiene elementos escultóricos de singular valor. En su parte superior, un bajorrelieve representa el Misterio de la Anunciación a media altura y hay dos escudos flanqueando este bajorrelieve; otros dos bajorrelieves muestran al Emperador Constantino y San Francisco de Paula.
Posteriormente, el 7 de mayo de 1.716, el presbítero D. Basilio López Moreno dona todos sus bienes al Hospital, que por fin adquiere su verdadero carácter. Además, el pueblo realizó una suscripción popular gracias a la cual se constituyó capital suficiente para que un grupo de monjas pudieran establecerse y vivir sin ahogo. En 1.886 se restauró la capilla de Santa Elena, se colocó el púlpito y un San Antonio. Además se edificó una capillita a la izquierda del altar mayor. En el siglo XX, durante la Guerra Civil se salvó la capilla del Hospital gracias a unas manos previsoras que tapiaron su entrada, previniendo de este modo su mas que probable destrucción, como ocurrió con el resto del Patrimonio histórico y religioso local.